miércoles, 30 de mayo de 2012

#Yotambiénfuibecario

Retomo el blog aprovechando la iniciativa de MAJ de explicar nuestra experiencia como becario bajo ese hastag de #yotambiénfuibecario. Ha sido un muy buen momento, ahora que llega el verano y las redacciones, habitualmente, se suelen a poblar de gente joven estudiante o recién licenciada. O, por lo menos, lo hacían hasta hace bien poco.
Mi experiencia de becario, respondiendo a la iniciativa de MAJ, fue amplia y diferente. Durante quince meses estuve en Onda Cero Pamplona sin recibir un sólo euro y gracias a que el difunto Ricardo Lizarraga me abrió la puerta de su emisora. Fueron unos quince meses tan ricos en lo humano y lo profesional que el detalle monetario tiene bien poca importancia. Aprendí mucho de la gente que estaba por aquel entonces. Chus, Pedro, José Luis, Mila, Idoia, Goros, Arturo... La gran mayoría eran jóvenes, pero la experiencia fue muy rica.
Al terminar la carrera, tuve la oportunidad, en una beca concertada por la Universidad de Navarra, de pasar dos veranos en Radio Bilbao, en la Cadena SER, donde pagaban 50.000 pesetas al mes. Seis meses donde tuve muy buenos compañeros, todavía suelo verme con Iñigo Markinez o Javi Hoyos, y donde viví experiencias profesionales muy importantes. La muerte de Miguel Angel Blanco y estar en esos días en Ermua fue un trance de los que no se olvidan.
Pero, aprovechando que me siento a escribir y que hacía bastante que no me ponía, creo que merece la pena hacer algunas reflexiones sobre el papel de la empresa, las universidades, el profesional y el becario. Todas las partes tiene cosas que cambiar, mejorar y analizar de cara a que la figura de la beca sea realmente un arma para mejorar el futuro de los estudiantes y el presente de la profesión.
Comenzaré por las universidades. Mi experiencia con la Universidad de Navarra fue buena en el sentido de que me abrieron las puertas de una empresa importante como la Cadena SER, sin embargo, a veces tuve la sensación de que no se primaba lo suficiente la experiencia profesional que se puede adquirir durante los años de estudio. Es una opinión muy particular, creo que muchas veces no pasa nada por perder alguna clase presencial por poder tomar contacto con una redacción profesional. Insisto, sólo se trata de una sensación personal que tampoco sé si es acertada.
Las empresas han dado mucho que hablar sobre esta cuestión. Cierto es que la oportunidad de formar parte de una redacción profesional es algo muy importante para un joven aspirante, pero es obvio que muchas empresas se han aprovechado de las ganas y el interés de gente joven. Evidentemente a coste cero o, digamos, low cost. Creo que eso es algo evidente, que muchos hemos tapado los huecos de profesionales de plantilla de vacaciones, bajas... Eso es algo que quienes tienen algo que hacer deben tener claro.
Hasta aquí lo que más o menos se suele contar. Pero quedan un par de patas de esta mesa que se suelen ir de "rositas" cuando hablamos de esta cuestión. En primer lugar los becarios. Después de haber compartido beca con mucha gente y de haber visto pasar a mucha más por las diferentes redacciones en las que he currado, puedo decir abiertamente que también los chavales tienen cosas por cambiar. La actitud de los chicos y chicas que llegaban de becarios hace algunos años ha cambiado, en líneas generales y sabiendo que hay excepciones. Tengo la sensación de que la gente joven llega a este periodo de formación con una mentalidad errónea.
Los muchos abusos que se han hecho a los becarios han generado, creo, una actitud de distancia y no implicación que antes no existía. No recuerdo, en mis tiempos, haber mirado el reloj cuando era un chaval ni poner pegas para hacer cosas, algo que creo que ha cambiado. "Yo por las tardes no vengo. Es que el fin de semana no puedo". Estas frases las he oído más de una vez y antes no las recuerdo. Insisto, seguramnete los abusos han propiciado estas actitudes, pero creo que falta algo de ilusión/compromiso en las nuevas generaciones.
Y faltamos los profesionales que estamos en los medios. ¿Dedicamos el tiempo suficiente a formar a un becario? ¿Dedicamos tiempo a formar a un becario? ¿Entendemos que, aunque no está en nuestro contrato o convenio, los más jóvenes pueden necesitar que le echemos un cable? ¿Nos acordamos de que otros veteranos nos enseñaron buena parte de lo que sabemos del oficio?
Aquí aparece un concepto que a mí me gusta mucho que he bautizado RSP. Responsabilidad Social Personal. Nosotros somos lo que somos, profesionalmente, porque nos ayudaron a crecer, y nosotros también debemos ayudar a las nuevas generaciones. No quiero generalizar, pero muchas veces parece que da pereza sentarse un rato con un chaval, explicarle ciertas cosas... Tenemos que mejorar. Cambiar nuestra actitud hacia la gente que llega de prácticas es también necesario para mejorar esta situación. Mejorar nuestro presente y su futuro.