Desde hace algún tiempo, entre @aormaechea @dianagonzalez y @rafa_aguilera me llevan contando/liando para llevar adelante un proyecto que cada vez que se va formando me gusta más. Hace mucho que os contamos cosas que se pueden hacer como colectivo, como PeriodistasNAV, pero nuestro siguiente proyecto es algo diferente, más ambicioso.
Estamos intentando sacar adelante una idea que se ha ido modelando con los meses y que ha tenido varios cómplices. Uno de ellos, por cierto, es Borja Mora, gerente del moribundo COAN y que, discusiones sobre la efectividad del COAN aparte, ha sido una persona con la que hemos trabajado muy bien y gracias a quien hemos dado formación sobre redes a más de 20 personas.
En varios cafés con él, le presentamos nuestra idea de crear un laboratorio de emprendimiento periodístico, sí, que los comunicadores con ideas pudieran intentar echarlas a andar. Y ahí apareció, recién llegada de Silicon Valley @aormaechea, contándonos que allí los gestores, ingenieros y plumillas conviven para hacer proyectos comunes.
La cosa pintaba bien, pero no era sencilla de llevar a cabo, de hecho, en ello andamos. Pero el otro día, yo vi la luz, me caí del caballo. Todo este proyecto era chulo, pero ¿cómo se iban a implementar periodistas y técnicos? ¿Es posible que se entiendan? El caso es que tras varios DMs con @Pello_Gamez, de GeoActio, me reencuentro con este antiguo compañero de andanzas de arbitraje balonmanero. Y qué pinta en todo esto...
Pues que tras un café de cotilleos personales, me enseña cosas que hacen en su empresa, sita en el vivero de CEIN. Me enseña una aplicación para móvil sobre Sanfermines. Me cuenta, mira, el programa de fiestas. Miro, veo: Concurso de recortes. Ni una foto, ni una explicación, ni una traducción. Se lo digo ipso facto, ¿qué pasa con el contenido? Me mira con cara de: ¿Y para que lo quiero? Yo soy empresa técnica.
Vale, le respondo, pero por qué no haces una aplicación igual de buena técnicamente, pero con contenido.
Me vuelve a mirar, ya mosqueado. Yo trabajo con agencias de comunicación y ellas se encargan del contenido. ¡Que somos sólo técnicos! No había manera, parecía, pero el caso es que con el paso de la charla, llegamos a una conclusión.
Las aplicaciones, técnicamente, se van igualando todas y es complicado darles valor añadido. ¿Dónde está el valor añadido? CONTENIDO. Sí, la realidad aumentada es chula, pero prueba a completarla con unos vídeos del carajo. Mola más, verdad. Pues aquí nos tenéis a los plumillas, listos para daos el mejor contenido que sepamos para las aplicaciones brillantes que ya hacéis. Sólo pongámonos de acuerdo. Parece fácil, ¿verdad? Aquí un reto, aquí unos amigos.
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